Religión
"Una religión es un sistema unificado de creencias y de prácticas relativas a las cosas sagradas, es decir, a las cosas que se ponen aparte y se prohíben; y un sistema de creencias y de prácticas que unen dentro de una comunidad moral única llamada Iglesia a quienes se adhieren a Jesucristo"
(Emile Durkheim, 1915).
La religión es un conjunto de creencias y de prácticas rituales que ponen en relación con lo sagrado a las personas, comunidades y sociedades humanas. Las creencias y experiencias religiosas en cada momento histórico y en cada lugar geográfico son extremadamente variables. No obstante, podemos establecer una serie de fundamentos generales para los fenómenos religiosos.
Es fundamento básico la creencia en un mundo invisible y superior, con existencia inmanente en lo más profundo del ser humano (como defiende el budismo) o con existencia trascendente fuera del ser humano (como defiende el cristianismo). Ese ámbito sagrado, del que el hombre procede y al que regresa al final de su vida, no está sujeto a las leyes de espacio y tiempo.
Desde ese mundo sagrado los dioses o númenes protectores o salvadores pueden ejercer su influencia hacia el mundo de los humanos. Esos dioses o Manes pueden ser uno (en las religiones monoteístas) o varios (en las religiones politeístas), y tener diversos tipos de mediadores (ángeles, divinidades menores, semidioses, santos, sabios o héroes culturales), cuya función esencial es la de proteger, guiar e instruir a los hombres en el conocimiento de las técnicas religiosas. Así mismo, existen dioses o númenes negativos y destructores que actúan como réplica y contrapeso de los númenes protectores y salvadores. Aunque esos númenes suelen estar dirigidos por un personaje supremo que actúa como anti-Dios (Satanás en la tradición cristiana, Iblis en la musulmana, Mara en la budista, etc.), se organizan por lo general en grupos de demonios, diablos, genios, brujas, etc. que tienen funciones antitéticas a las de los mediadores sagrados.
La comunicación en vida con el mundo de lo sagrado se puede realizar a través de determinadas acciones que deben repetirse ritualmente, de forma individual o de forma colectiva, y en ocasiones bajo la dirección de un guía espiritual. Estas acciones pueden estar basadas en la actividad mental (meditación, concentración), en la actividad del lenguaje (canto, oración), en la actividad gestual y corporal (inclinaciones, prosternaciones, abluciones, danzas sagradas), y en la actividad ritual compleja, que puede expresarse mediante formas muy diversas de culto (adoración, peregrinación, etc.) o de prácticas socializadoras (de iniciación, de agregación, de sacrificio, de comunión, etc.).